Las estadísticas del Ministro del Interior

 

La estadística, es una disciplina científica que tiene como propósito el “Estudio de los datos cuantitativos de la población, de los recursos naturales e industriales, del tráfico o de cualquier otra manifestación de las sociedades humanas”, según el Diccionario de la Lengua Española. Es también la “Rama de la matemática que utiliza grandes conjuntos de datos numéricos para obtener inferencias basadas en el cálculo de probabilidades”, y el “Conjunto de estos datos”.-

 

La Estadística no se limita a la simple presentación de números o datos, sin rigor científico, sino que, debe seguir pautas específicas que permitan validar y manejar información, a los efectos de diseñar, evaluar e implementar proyectos de solución a los problemas que se evidencien.-

 

Los resultados estadísticos constituyen apenas el primer paso para la elaboración de diagnósticos y propuestas de solución. El simple manejo de datos, sirve nada más que para tener una fotografía de la realidad histórica, y su probable proyección evolutiva.-

 

La crisis de inseguridad que soporta la sociedad, como consecuencia del crecimiento exponencial de los delitos y crímenes que se producen a diario, no puede ser explicada mediante la presentación de “datos estadísticos” parciales o sencillamente acomodados. Menos, para diagnosticar sus causas y elaborar planes para combatirla.-

 

A principios de año, solicitamos a la Comandancia de la Policía Nacional, la provisión de las Estadísticas consolidadas de las tareas de  “control de personas y documentos” realizadas, y la totalidad de “las órdenes de detención y prisión preventiva” recibidas durante el año 2013, el número de órdenes no cumplidas,  y la cantidad de las ejecutadas, entre otros datos. La respuesta del Comandante decía – por nota –  que, no cuenta con la información solicitada (sic.).-

 

Cinco meses después, el Ministro del Interior, en conversación con la prensa, dijo que “…en los seis meses de gestión, la Policía “puso a disposición de la justicia a 11.000 ciudadanos, entre aprehendidos y detenidos, de los cuales solo el 16% fue a parar a las penitenciarías…”.-

 

De este modo, el Ministro del Interior presentó “sus Estadísticas” que sugieren que el problema de la inseguridad no es de responsabilidad de los órganos de seguridad, sino del Poder Judicial.-

 

No podemos saber el nivel del rigor científico de los datos presentados por el Ministro del Interior, porque, la mera mención de cifras sin respaldo, no permite su validación. Sobre todo cuando la misma Policía Nacional afirma carecer de los registros requeridos para el análisis.-

 

De Vargas se limitó a indicar el número de capturas ejecutadas por la Policía, sin mencionar el porcentaje que estas representan ante el total de órdenes de detención dictadas, ni discriminar si las detenciones cumplidas tenían relación con hechos punibles vinculados al problema de la inseguridad o el porcentaje  de estos, y los otros hechos que no se vinculan con aquellos.-

 

De las 11.000 órdenes de captura cumplidas por la Policía: ¿Cuántas corresponden a procesos judiciales por incumplimiento del deber legal alimentario? ¿Cuántos a meras inasistencia a audiencias? ¿Cuántas a incumplimiento de reglas de conducta o medidas alternativas? ¿Cuántas a otros hechos y circunstancias que no guardan relación con la inseguridad ciudadana?.-

 

Los datos presentados por De Vargas, carecen de seriedad. Las conclusiones que sugieren también, pues la solución del problema de la inseguridad no llegará encarcelando a once mil personas procesadas, esto es sencillamente un absurdo, ni es la respuesta adecuada. Siquiera existen instalaciones suficientes para albergar ese número de reclusos.-

 

Es cierto que el sistema judicial es también ineficiente, pero muchas de sus deficiencias no son responsabilidad de Jueces o Fiscales, y De Vargas, que por muchos años integró el Ministerio Público debiera saberlo.-

 

Para la solución del problema se requiere de un Plan Nacional de Seguridad, un Programa de combate a la delincuencia y una Política Criminal estructurada sobre bases sólidas. Se necesita racionalizar los recursos humanos, la modificación legislativa del sistema penal, incorporando procesos especiales para “delitos de flagrancia”, que permita obtener el rápido juzgamiento de los sorprendidos en plena comisión de hechos punibles, que hoy esperan largos meses – y en algunos casos en libertad – bajo el pretexto de innecesarias investigaciones fiscales.-

 

En suma, se necesita una labor amplia que involucre a los tres Poderes del Estado, la depuración de los cuerpos policiales, la modificación del sistema judicial, el saneamiento de la Administración de Justicia y un cambio de criterios en la aplicación de la prisión preventiva, cuyo abuso en el Paraguay ha sido denunciado en el “Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas” de  Comisión Interamericana de Derechos Humanos, del año 2013.-

 

Es necesario además, que el Ministro De Vargas, deje de hacernos creer que la única solución del problema de la inseguridad es la cárcel, y sobre todo utilice las estadísticas como herramienta de trabajo para la búsqueda de soluciones reales al problema de la inseguridad, y no como recurso discursivo que pretende la justificación del fracaso.-

 

jorge ruben vasconsellos